"Porque la Ćŗnica verdad, es la realidad que nos creamos"
(Sentencia del cabo primero "Tito" Ritondo)
¡Que belleza!. Mientras como dos buƱuelos de arroz con una excelsa ensalada de hinojo con trocitos de pan tostado, presencio el asado de la cordura, de la conciliación nacional. Nuestro excelentĆsimo seƱor economista futuro premio nobel presidente de la Nación Javier Gerardo Milei, al que se lo ve agotado pero decidido, en un escueto pero vibrante discurso, erige las sólidas bases de relanzamiento de la repĆŗblica; edifica con muchas ratas que al entrar en razones han visto la luz y ahora son hurones, les pide que sean el dique de contención de la salvaje avance populista.
Se preguntarÔn ustedes, patriotas anti marxchavochorrakirchnecomusociagolpistas, cómo es que estoy viendo lo que considero el nacimiento de la patria nueva. Para la ocasión y haciendo gala de los conocimientos adquiridos bajo la dictadura peronista, mi disfraz de asesor del asesor de un amigo de Yoni Viale, me permitió ingresar a Olivos. Obviamente, tararear la donna é mobile y mi cabellera leonina facilitaron el proceso. Tras dejar mi Nokia 1100, mi pistola taser y quemar in situ como ofrenda ideológica una bandeja de papas fritas, se me permitió asistir al noble entramado que harÔ de la patria una Irlanda con una bandera celeste y blanca o, la que tiene en un rincón un cuadrado con estrellas y unas rayitas rojas en fondo blanco.
Caminando por la quinta, me acerquĆ© a la residencia de los hijitos del supremo, los que como corresponde para la familia presidencial, estĆ”n custodiados por el ejĆ©rcito nacional. Gracias al oficial Gómez Hurtado que me autorizó a subir a su tanqueta, pude ver a los dignos animales y futuros mĆ©diums, que si el Uno lo dispone, nos seguirĆ”n bajando las órdenes a cumplir para dignificar al pueblo (mmm, me dió un poco de asquito lo de pueblo pero habĆa que decirlo).
Después, no sin temor me aproximé a la parrilla en la que un paisano oscuro y achinado, heredado de la anterior administración, custodiaba los mejores cortes de esos vacunos que se inmolaron para que los ahora hurones, tengan el merecido premio por entender de que se trata.
El asador, preventivamente encadenado por un tobillo hasta que acepte su conversión, me advirtió que ni se me ocurra opinar sobre el asado y que tampoco le pidiera un cacho de carne. Me alejé sabiendo que, por como miraba los chorizos, aún era un K que como todo K, morirÔ planero y choridependiente.
Ahora veo, mientras como mi propia comida traĆda desde mi hogar, como los conversos gozan del halago de los que comprenden lo que es un baƱo de purificación.
En la cabecera del agasajo a los hĆ©roes, la secretaria general de la Presidencia, doƱa Karina Milei, siempre esplendida con su cabellera dorada, el asesor presidencial Santiago Caputo y esa pinta de garchador implacable; el titular de la CĆ”mara de Diputados, MartĆn Menem, apellido de procer si lo hay, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos al que unos subversivos montoneros quisieron asesinar de gasteoenterocolitis a puro disgusto; la ministra de Seguridad, don Patricia Bullrich; y el vocero presidencial y vos de conciencia patriótica don Manuel Adorni, custodian a derecha e izquierda (perdón por lo de izquierda), poniendo el cuerpo, a nuestro lider a quien el mismĆsimo MoisĆ©s envidiarĆa. Llega la hora de partir. Se que a la salida me encontrarĆ© con esos viejos desagradecidos a los que parece, no hay palos que les alcance. Espero que el 19 venga con poca gente y que el chófer sea libertario. No quisiera denunciarlo.
¡VLC!
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