Adiós a una Luchadora Incansable

Nora Cortiñas, la histórica y querida referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora,  falleció el jueves tras permanecer varios días en terapia intensiva luego de una operación por una hernia en el Hospital de Morón, según informaron fuentes familiares. 

Norita, como la llamaban cariñosamente, había cumplido 94 años el pasado 22 de marzo y dedicó 47 años de su vida a la lucha por los derechos humanos desde aquella primera ronda el 30 de abril de 1977. 

Quince días antes de esa primera ronda, su hijo mayor, Carlos Gustavo Cortiñas, fue secuestrado cuando se dirigía a su trabajo en el Instituto Nacional de Estadística y Censo (Indec). 

Este trágico evento impulsó a Nora a unirse a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, quienes emprendieron una “búsqueda colectiva” por sus seres queridos desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar en Argentina.

En las primeras rondas de los jueves, las Madres desafiaron el estado de sitio impuesto por la dictadura, encontrando maneras ingeniosas de continuar su lucha. 

Nora siempre recordaba la vez que un policía le pidió que pagara 30 centavos por “hacer escándalo en la vía pública” y ella, previendo futuros enfrentamientos, le entregó 60 centavos para cubrir la próxima semana. 

A pesar de las amenazas, represiones y detenciones, Nora nunca dejó de asistir a la Plaza de Mayo. La desaparición de su hijo Gustavo fue una angustia constante que ella describió como “un crimen permanente”.

Ya en democracia, continuó luchando por Memoria, Verdad y Justicia, enfrentando con valentía las situaciones políticas más adversas y las represiones policiales. 

Nora Cortiñas no solo peleó por los derechos de los desaparecidos, sino que también defendió las causas justas de los vivos. 

Participó activamente en la Campaña por la Interrupción Voluntaria del Embarazo, apoyó a las víctimas de gatillo fácil, defendió la educación pública y protestó contra el endeudamiento externo del país. 

Su compromiso y su presencia en cada marcha y actividad justa se mantuvieron hasta sus últimos días.

Una Vida Dedicada a la Justicia

El fallecimiento de Nora Cortiñas marca el fin y, a su vez, un nuevo inicio de una era en la lucha por los derechos humanos en Argentina. 

A sus 94 años, Nora dejó un legado imborrable de resistencia y lucha incansable. Su activismo comenzó tras el secuestro de su hijo Gustavo en 1977, evento que la llevó a unirse a las Madres de Plaza de Mayo.

Norita siempre destacó el trabajo colectivo de los organismos de derechos humanos durante los años de terror, bajo la consigna de “Todas por todas y todos son nuestros hijos”, lema que guiaba a las Madres, Abuelas y familiares de las víctimas. 

A lo largo de su vida, Nora participó en innumerables marchas y actividades, llevando siempre consigo el pañuelo blanco, símbolo de las Madres de Plaza de Mayo, y un pañuelo verde en su muñeca en apoyo al aborto legal.

En su lucha, Nora enfrentó amenazas, detenciones y la desaparición de varias de sus compañeras. 

Nunca supo qué sucedió con su hijo Gustavo, una incertidumbre que describió como una “angustia prolongada”. 

Sin embargo, esta dolorosa ausencia fue el motor de su compromiso y activismo. Nora también fue una defensora ferviente de los derechos de las mujeres y otros grupos oprimidos. 

Participó en la segunda audiencia del juicio de Eva Analía “Higui” de Jesús, absuelta en 2022 tras defenderse de un intento de violación grupal. En el último Paro Feminista, Nora ocupó un lugar destacado en el escenario, apoyando la causa hasta la aprobación de la Ley 27.610.

También fue distinguida con varios reconocimientos por su trabajo. Recibió tres doctorados Honoris Causa y fue profesora en la UBA. Su incansable búsqueda de justicia la llevó a participar en innumerables congresos y seminarios a nivel nacional e internacional. Su legado y su ejemplo de lucha seguirán inspirando a futuras generaciones.