Ajustes y reestructuración

Pasadas las elecciones, el gobernador Axel Kicillof se reunió con los intendentes y les comunicó que, a partir de 2026, los municipios recibirán un 20 por ciento menos en los aportes que la Provincia gira regularmente.

La negativa del Gobierno nacional a transferir los fondos coparticipables que corresponden a Buenos Aires obliga al Ejecutivo provincial a aplicar un recorte en distintas áreas.

En ese contexto, el intendente de Marcos Paz, Ricardo Curutchet, anticipó que las obras en marcha “sufrirán un retraso” de algunos meses, aunque aseguró que no se detendrán bajo ningún concepto.

En pocas palabras, el jefe comunal dio a entender que Marcos Paz no será la excepción a la hora de ajustar los gastos.

Sin embargo, el ajuste no se limitaría solo al presupuesto de obras.

Según fuentes consultadas por este medio, el Municipio prepara una reestructuración profunda de su organigrama.

De acuerdo con el portal oficial, actualmente existen 16 secretarías (aunque en la práctica serían 18), de las cuales dependen subsecretarías, direcciones y coordinaciones. 

Dato aparte: Mantener actualizado la página oficial también hace a la transparencia del gobierno.

La información a la que accedió este diario indica que el número de secretarías se reduciría a solo cinco, mientras que las restantes pasarán a tener rango de subsecretarías. Algunas subsecretarías bajarían a direcciones, y varias direcciones serían absorbidas por otras áreas.

El objetivo de esta reorganización sería optimizar recursos, ya que, de esta manera, se prevé una reducción del 80 por ciento en los salarios jerárquicos, y muchos funcionarios deberán reubicarse o dejar su cargo.

¿Quiénes conservarán su puesto? Es un dato que solo el intendente conoce. No obstante, trascendió que continuarían María Isabel Domínguez y las llamadas “cuatro V” —Virginia Goyeneche, Victoria Morel, Verónica Mc Loughlin y Viviana Mignani—, aunque también suena con fuerza el nombre de Sabrina McCubbin.

En este nuevo escenario, la principal preocupación pasa por el futuro de los trabajadores municipales, especialmente aquellos que se desempeñan bajo la modalidad de monotributo.

Ninguno de los funcionarios consultados se animó a ofrecer una respuesta categórica, aunque todos coincidieron en que “la intención es preservar los puestos de trabajo”. En cuanto a los salarios, aseguran que no habría ajustes sustanciales.

Con este panorama, 2026 se perfila como un año complejo y desafiante. Todo dependerá, en buena medida, de la voluntad política y el consenso entre las partes para evitar que el escenario económico derive en una mayor conflictividad social.