UCR: Entre Dinosaurios y figuretis

Cuando los partidos políticos se encuentran en crisis el manual indica dos posibles caminos para resolverlas.

Uno de ellos es la unidad partidaria y el otro consiste en pegar soberana patada al tablero y que todo deba comenzar de nuevo. 

La UCR de Marcos Paz quedó en el cruce de ambos. Un poco por el aquilosamiento de algunos, que necesitan del sello para obtener nombramientos provinciales, y otro poco por la falta de madurez política de los actores más jóvenes. 

Contra reloj, casi al cierre de las listas, Gagliardi logró retener la presidencia del radicalismo local dejando algunos heridos en el medio. 

Es cierto, los que a gritos se quedaron en la puerta del comité, deberán replantearse su filiación al partido.

Hace rato que a esos dinosaurios les da el handicap para dar el salto libertario. En política, no se pisa barro jugando golf. Se lo hace al lado del pueblo. 

Gagliardi logró acordar con el curutchetismo, encabezado por Pablo Huel y no mucho más, y con el espacio liderado por Osvaldo González; que amagó romper pero, siempre fiel a su estilo, reculó en chancletas.

Si González y su troupe (uno más) lograron "meterse" en la lista, se debería haber respetado la trayectoria militante de Javier "Jota" Olivera. 

Además, si la UCR conserva hoy algo de afecto del pueblo de Marcos Paz, sean radicales o no, es gracias a la integridad de Olivera. Dejarlo al margen (o permitir que se autoexcluya) fue un error que será difícil de reparar y ese costo lo debe afrontar Gagliardi. 

Puertas adentro, los distintos actores ven al centenario partido como un hermoso y moderno edificio de Dubái, al que hay que administrar bien.

La realidad indica que, de aquel sueño de Irigoyen y Alfonsín, solo queda una pequeña parcela de un terreno baldío, lleno de escombros y basura gracias a los acuerdos llevados adelante por Sanz, Morales, Cornejo, De Loredo y Lousteau. 

El radicalismo se ha transformado en la cloaca donde la derecha libertaria arroja su excremento. Basta con ver el comportamiento de algunos diputados radicales, con el veto a la ley de movilidad jubilatoria, para confirmar que es cierto. 

Quienes asuman en la UCR marcospacense deberán "agarrar la pala" y limpiar lo que haga falta, si es que quieren ser alternativa a Curutchet.