El corazón de un barrio: el Centro Comunitario Juan Takara

Foto Centro Comunitario Juan Takara

En el barrio La Loma de Marcos Paz, en la dirección de La Milonga 1845, se encuentra el Centro Comunitario Juan Takara, un espacio que ha transformado la vida de niños, jóvenes y adultos desde su creación. El centro, que forma parte del movimiento Casa Pueblo Marcos Paz y está bajo la órbita del Movimiento Evita, tiene una historia que refleja la resiliencia y el compromiso comunitario.  

El trabajo comenzó en plena crisis del 2001, cuando las ollas populares y las meriendas para los niños se convirtieron en respuestas urgentes ante la pobreza que azotaba al país. Con el tiempo, y gracias a la llegada de políticas públicas impulsadas por el gobierno de Néstor Kirchner, el espacio del Centro Comunitario Juan Takara se consolidó como un faro de contención en el barrio.  

Hoy, el centro se enfoca en una labor fundamental: el acompañamiento integral a personas que atraviesan situaciones de consumo problemático y la prevención a través de talleres. 

María José Fretes, una de las responsables, explica que el lugar es mucho más que un sitio de apoyo, es un espacio de pertenencia: "Tenemos lo que llamamos un 'taller de encuentro musical'. Cantamos, hacemos percusión, jugamos con figuras musicales para entrenar el oído, pero también hacemos actividades como sopas de letras y ajedrez".  

Cada clase dura dos horas y, en el medio, se comparte una merienda donde, además de disfrutar de comida, los participantes tienen un momento para hablar. "Ese momento es para charlar, y el que quiere cuenta sus injustas desventuras", señala María José, destacando la importancia de escuchar y ofrecer apoyo emocional.  

El taller funciona desde hace dos años y se ha convertido en un refugio para los jóvenes. "El Centro Comunitario Juan Takara es de ellos, se han apropiado del lugar. Hemos reído mucho y también hemos llorado juntos. Festejamos el Día del Niño, la Primavera, Halloween, Navidad y los cumpleaños. Preparamos juegos, golosinas, snacks y sorpresas para esos momentos especiales", relata emocionada.  

En un contexto donde muchos niños y jóvenes enfrentan carencias de todo tipo, este espacio representa un hogar lleno de amor y solidaridad. El Centro Juan Takara no solo educa o entretiene, sino que brinda dignidad y esperanza, haciendo visible el poder transformador de la comunidad organizada.