"Los domingos hacen lo que quieren, ingresaron por la parte trasera del local donde se encuentra el depósito", expresó la titular del comercio, quien detalló que, afortunadamente, los delincuentes no lograron acceder al Ôrea principal del negocio, donde se encuentra la caja registradora y otros elementos de valor comercial.
Aunque el daƱo material fue importante, el botĆn obtenido por los intrusos fue mĆnimo. "Fue mĆ”s lo que rompieron que lo que robaron, lo que sĆ se roban āy eso pasa siempreā son los cables de la instalación. Es la tercera vez que nos roban los cables, las luces y el reflector", lamentó la comerciante.
Springfield abrió sus puertas hace casi tres aƱos y, desde entonces, ha sido blanco de robos en cuatro oportunidades, dos de ellas en los Ćŗltimos doce meses. "Indudablemente no tienen auto, porque si no me vaciarĆan el depósito, se llevarĆan la parrilla y otras cosas", ironizó la titular, evidenciando la impotencia ante la situación.
Respecto a la posibilidad de realizar una denuncia formal, fue contundente: "No hago las denuncias porque no hacen nada, nunca hacen nada. Denunciar es una pƩrdida de tiempo".
La zona donde se encuentra el local ya habĆa sido escenario de reiterados hechos delictivos. Hace aproximadamente un aƱo, una ola de robos llevó a los vecinos a instalar una alarma comunitaria. Uno de los hechos mĆ”s recordados fue el violento ingreso de encapuchados a una vivienda, donde golpearon a sus ocupantes y vaciaron la casa, un episodio que aĆŗn no fue esclarecido.
A pesar de contar con cĆ”maras de vigilancia municipales, segĆŗn los propios vecinos, una de ellas no estarĆa funcionando, lo que suma preocupación en un barrio donde la inseguridad sigue ganando terreno.
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