En sus orĆgenes, la palabra "Cipayo" es un tĆ©rmino que hacĆa referencia a soldados indios que servĆan en los ejĆ©rcitos coloniales europeos, especialmente bajo el dominio britĆ”nico en la India.
Proveniente del persa sipÄhÄ« (soldado), el tĆ©rmino fue adoptado por el castellano a travĆ©s del portuguĆ©s.
Pero en el uso actual, especialmente en AmĆ©rica Latina, cipayo se ha transformado en una palabra cargada de connotaciĆ³n polĆtica y cultural.
Hoy, "cipayo" se usa de forma despectiva para seƱalar a una persona que sirve a los intereses de una potencia extranjera, que traiciona los intereses nacionales y que actĆŗa como subordinado cultural, econĆ³mico o polĆtico del extranjero, especialmente de potencias como EE.UU. o el Reino Unido.
Eso no es opiniĆ³n. Es dato, informaciĆ³n, certeza, definiciĆ³n.
El Cipayismo en la Argentina no es nuevo.
Ya el 1 de mayo de 1933 se firmĆ³ el tratado Roca-Runciman entre el vicepresidente argentino Julio Argentino Roca (hijo) y el enviado britĆ”nico Walter Runciman. A travĆ©s de este acuerdo, el Reino Unido se comprometĆa a seguir comprando carne argentina, siempre que su precio se mantuviera por debajo del de otros proveedores internacionales.
A cambio, Argentina otorgĆ³ beneficios a los intereses britĆ”nicos: eximiĆ³ de impuestos a los productos provenientes del Reino Unido y se comprometiĆ³ a no habilitar frigorĆficos de capital nacional.
En ese mismo contexto, se creĆ³ el Banco Central de la RepĆŗblica Argentina, con facultades para emitir moneda y regular las tasas de interĆ©s, pero con un directorio fuertemente integrado por funcionarios vinculados al Imperio BritĆ”nico.
El reciente discurso del presidente Javier Milei para conmemorar el 43 aniversario del inicio de la guerra de Malvinas dejĆ³ clĆ”ramente expuestos los intereses a los que sirve y da cuenta.
Durante su intervenciĆ³n Milei rompiĆ³ el reclamo histĆ³rico por Malvinas y reconociĆ³ la autodeterminaciĆ³n de los "malvinenses".
A32 Noticias invitĆ³ a los principales referentes polĆticos locales a dar su opiniĆ³n sobre este retroceso histĆ³rico que pone una vez mĆ”s de rodillas a la Argentina frente a los intereses de Gran BretaƱa
Un referente por cada fuerza polĆtica. Solo respondieron 2: Carlos Guardia y SebastiĆ”n Ameigeiras.
Guardia expresĆ³ su preocupaciĆ³n frente al posicionamiento del Estado argentino respecto a la autodeterminaciĆ³n de los habitantes de las Islas Malvinas.
SeƱalĆ³ que, si bien a veces intenta no creer en la malevolencia de las personas y prefiere pensar que ciertas declaraciones se hacen por desconocimiento o falta de formaciĆ³n, los hechos recientes le hacen dudar de esa interpretaciĆ³n.
āSorprende que el Presidente no conozca āo finja no conocerā la metodologĆa histĆ³rica del Reino Unido en sus prĆ”cticas colonialesā, sostuvo.
Guardia recordĆ³ que el Reino Unido ha utilizado sistemĆ”ticamente la estrategia de desplazar a poblaciones originarias e implantar colonos britĆ”nicos para luego justificar reclamos de autodeterminaciĆ³n, como ocurriĆ³ en Irlanda del Norte, Australia, Nueva Zelanda y tambiĆ©n en Malvinas, donde en 1830 implantaron poblaciĆ³n britĆ”nica con ese mismo objetivo.
āQue el Estado argentino afirme oficialmente que los habitantes de las Malvinas pueden decidir a quĆ© paĆs pertenecer y quĆ© nacionalidad tener, cuando en realidad son usurpadores, me parece sumamente graveā, concluyĆ³.
Por su parte, SebastiĆ”n Ameigeiras afirmĆ³ que "los dichos de Milei confirman su condiciĆ³n de cipayo. Las islas fueron usurpadas. Este tipo es un cipayo", remarcĆ³
El resto de los consultados (referentes de la UCR, PRO y LLA, todos con aspiraciones de llegar a la intendencia) hicieron silencio.
Si bien es cierto que en terminos generales tienen derecho a responder las preguntas y al medio que deseen, es cierto tambiĆ©n que cuando se trata de cuestiones vinculadas a la soberanĆa nacional, todo dirigente que se precie de tal, tiene la obligaciĆ³n de dar a conocer su posiciĆ³n ante todo ciudadano independientemente de la profesiĆ³n o actividad que ejerza y del lugar donde la desarrolle.
Caso contrario le harĆ”n honor al tĆtulo de la nota.
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