La publicación de la noticia generó una oleada de reacciones en redes sociales. Mientras que muchos vecinos celebraron el anuncio como un avance positivo, otros manifestaron su disconformidad.
Las razones para ambas posturas sobran y, en muchos casos, son atendibles.
La ampliación del hospital, que se llevará a cabo en el primer piso del edificio actual, surge como respuesta a la negativa del Gobierno de Javier Milei a ceder terrenos fiscales pertenecientes a la Nación.
La intención inicial de Curutchet era construir un nuevo hospital en terrenos pertenecientes a la nación (¿de la Colonia Ricardo Gutiérrez?), lo que no solo permitiría ampliar el sistema de salud local, sino también contribuir a la preservación de un espacio que hoy enfrenta el riesgo de privatización.
El nuevo hospital, además, hubiese acercado la atención sanitaria a barrios alejados del centro de Marcos Paz, como Urioste y Lisandro de la Torre, una descentralización cada vez más necesaria en un distrito que ha crecido demográficamente y demanda más salud, más seguridad y más educación públicas.
Ante la negativa del Gobierno nacional a ceder los terrenos, el municipio debió reformular el plan y optar por la ampliación del hospital existente, una obra necesaria, aunque alejada de la solución ideal.
Como en toda acción de gobierno, las reacciones no tardaron en llegar.
En las redes sociales, las críticas más recurrentes apuntaron a las falencias estructurales y funcionales del hospital actual:
- "Faltan pediatras."
- "El servicio de ginecología atiende en un espacio en malas condiciones."
- "Los médicos renuncian porque no les pagan."
- "Está abarrotado de gente y conseguir un turno es una odisea."
Es cierto que hay áreas del hospital que no están en condiciones óptimas, que faltan profesionales, que los salarios son bajos y que todo esto requiere soluciones urgentes.
Pero también es cierto que la sobrecarga del sistema de salud local responde, en gran parte, a que un solo hospital no alcanza para una ciudad que ya supera los 60.000 habitantes y que, además, carece de una alternativa privada con servicio de internación.
La ampliación del hospital es imprescindible, así como también lo es la construcción de un segundo nosocomio en la ciudad. Como decía mi abuela: "Lo cortés no quita lo valiente". Resolver las falencias del hospital actual y construir uno nuevo no son caminos opuestos, sino complementarios.
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